Sucedió hace un par de días y la escena, en la que se ve a Passeri con Gallegos sobre su espalda y, a su vez, los dos encima de una tabla de surf, se ha convertido en un éxito en la red y en una muestra de que no todo está perdido: siguen quedando seres humanos íntegros. No importa la competición, lo que más debe significar para nosotros son los valores humanos, y Passeri demostró que los suyos están bien consolidados.
A pesar de que no consiguió calificar para la siguiente ronda, Martín declaraba después que no lo consideraba una derrota, fue la mejor ola de su vida gracias a ayudar a este pobre hombre. Un gesto que le honra por encima de todos.
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